El diseñador canadiense busca que sus envases sean innovadores, originales y con un toque de humor. Además de ser funcionales y biodegradables
Simon Laliberté es un diseñador canadiense, que dedica su trabajo al diseño de branding (marca), packaging (envases), serigrafía e ilustración.
No obstante, llama la atención principalmente el packaging (envase de los productos) que realiza, caracterizado por su incluir rasgos innovadores, originales y con un toque de humor.
Con esto busca incluir elementos visuales que permitan presentar el producto al posible comprador de la forma más atractiva posible, transmitiendo a su vez, valores y características de marca. Así pues, en sus diseños siempre se atiende a la idea principal del packaging: “Atraer los ojos del potencial consumidor”.
Destacan de forma especial tres de sus envases:
Dissolve
Se trata de un nuevo paquete de cepillo de dientes al que se le denominó "Dissolve". Se creó atendiendo a la categoría de “REMARKABLE PACKAGING & ALTERNATIVES” (packaging notable y alternativas) para una Exposición de Packaging realizada en París el pasado año.
El objetivo era mejorar el embalaje de un producto que ya existía, atendiendo a varios puntos: la información dirigida al consumidor, la naturaleza, la movilidad, la distribución, la ergonomía (tratar mejorar la relación que se produce entre el producto y la capacidad y psicología humana) y el uso de la “segunda vida de los envases”.
Al principio, se pensó en crear un estuche de plástico, parecido a un estuche de viaje reutilizable, pero el reto consistía en eliminar cualquier embalaje o paquete después de la compra de este producto. Por tanto, Simon investigó sobre materiales biodegradables y optó por el “PVA”, un compuesto de acetato de polivinilo no tóxico, biodegradable y 100% reciclable.
El resultado es que este envase, que se hace con un compuesto a base de celulosa de pulpa de árbol, se puede disolver completamente en el agua en menos de 10 segundos. El diseño ha sido impreso utilizando una tinta negra de soja soluble al agua.
Poilu
Este embalaje humorístico ofrece la función de reunir dos productos en un mismo cartón, impreso a ambos lados. Una de la las brochas es grande (bigote) y la otra pequeña sirve para los toques finales (chiva). Una vez que el embase se pliega, el paquete tiene dos utilidades o propósitos:
- La protección de los pinceles cuando se transportan.
- El apoyo de los pinceles cuando están llenos de pintura.
Pépèrman
En este caso, se trata de un producto realizado siguiendo el contexto y la idea de “Packaging joven”.
A Simón, peppermint es un producto que le recordó a su abuelo, quien pudo disfrutar de estos caramelos cuando aún no usaba dentadura, debido a que eran "blandos" y fácilmente "comestibles". De ahí la idea de romper los dientes al abrir el envase del producto, simbolizando que no se requiere tener dientes para saborear estos conocidos caramelos.
En definitiva, un envase con un toque de humor realizado únicamente con unos pocos puntos de adhesivos, cartulina y un pequeño envoltorio de plástico reciclable que permite contener mejor los caramelos después de la apertura.
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